matmos - exciter lamp

martin schmidt y drew daniel alcanzaron la popularidad masiva al colaborar con björk en el recordado vespertine, sacado el 2001. el álbum era un viaje lírico e introspectivo a través de un delicado universo privado, construido a partir de los sonidos y texturas del dúo electrónico, cuya insólita cualidad material (las más de las veces samplean ruidos de la realidad especialmente grabados, lo que emparenta su trabajo a la musique concréte) es contrapuesta a un sentido del ritmo y la estructura lúdicamente convencional y más bien pop. activos en el movimiento idm desde 1998 y enamorados el uno del otro desde hace no sé cuántos años, los matmos han sabido equilibrar las referencias cultas en sus títulos y la carga conceptual de su uso específico de ciertos ruidos (un piano siendo arrastrado, o una máquina de liposucción) con una necesidad elemental de hacer música accesible y divertida de escuchar. curiosamente, luego de álbumes ricamente alusivos como the civil war (2003) y the rose has teeth in the mouth of a beast (2006), el interés de su último lanzamiento es puramente formal: supreme balloon, salido este 6 de mayo, es un vuelo colorido, delirante y encantador realizado no con objetos y sus ruidos, sino enteramente con antiguos sintetizadores análogos, de los que el dúo de san francisco y sus colaboradores prácticamente ordeñan sonidos de una fascinante riqueza orgánica, además de lucir como nunca la fina mano de escultor con que se confeccionan sus piezas. exciter lamp es la más adictiva de las canciones del disco (hay que aclarar que sólo la primera mitad de éste aspira a ser adictiva), y apropiadamente el primer sencillo.

no es tan cierto que sólo me interese en el arte y no en el artista: drew y martin no sólo hacen excelente música juntos, sino que también resultan muy divertidos y simpáticos en entrevistas y tienen cosas muy interesantes que contar. el siguiente es el comienzo de una entrega de the eye, sección de brainwashed, realizado en la época de the rose has teeth..., que incluye extractos del dúo tocando.



las siguientes tres partes se pueden encontrar aquí, aquí y aquí.

björk - wanderlust

copiando al amigo queso: ¿me enteré de la salida de este video más de un mes después, a pesar de que se suponía que estuviera pendiente de él porque la canción me parece la mejor de volta? sí. pero como dice el poster de the 40-year-old virgin, "más vale tarde que nunca". especialmente si hablamos de un antiguo traje de combate mongol, de una mochila con doppelgänger maligno incluído, de un EXCELENTE dios de las aguas, y de un algo en el estilo pictórico que te recuerda a las películas de hayao miyazaki.

los previos: anticipando el próximo post, dedicado, salvo por súbito cambio de planes, al nuevo álbum de los excelentes matmos, la versión de cocoon que cantó björk en el concierto de la royal opera house de londres en el 2001. colaboradores en vespertine y medulla, el dúo prácticamente se roba el show en ambos álbumes con la intrigante cualidad táctil de su sonido. uno de los placeres del concierto es verlos en acción.

portishead - machine gun

¿qué hace que portishead suene como portishead? el trío de bristol es el tipo de banda que uno identifica de inmediato, aunque no recuerde específicamente qué canción es la que está escuchando. definitivamente la razón no es la necesaria asociación al trip hop, género para cuyo desarrollo fueron cruciales: a estas alturas, el trip hop ha tenido más de diez años para crecer, florecer y marchitarse a medida de que su influencia se ha repartido con suficiente ubicuidad como para dejar de ser distintiva. quizás mi opinión tenga que ver con el hecho de que empecé a escucharlos bastante después de su “época” (en su “época” yo estaba en primaria) y de que por ende nunca tuve mucha conciencia de la escena que los vio nacer, pero aun entre gente como tricky y massive attack siempre sonaron únicos de todos modos. ¿era imaginable entonces que saquen un álbum luego de 11 años sin que su estilo resulte obsoletamente noventero? third, salido este 28 de abril pero filtrado por la internet hace ya varios meses, abandona el dogma del género (ese evidente feeling electrónica-under-de-fin-de-milenio) y explora decididamente con la instrumentación, logrando la cualidad orgánica y multiforme de todo lo que ahora llamamos rock. la sorpresa es que los ingleses no se están reinventando ni mucho menos: las canciones siguen siendo un poco predeciblemente depresivas y gracias a eso mismo poderosamente simples; la atmósfera sigue siendo acogedoramente litúrgica y oscura, elegantemente amarga y triste; la voz de beth gibbons sigue siendo al mismo etérea y frágilmente carnal, como el futuro dolor al que una bailarina se condena al colocarse en pointe. portishead sigue siendo portishead, pero de una manera más atemporal y esencial, más indefinible, mejor.

recordando el pasado del que no fuimos parte: escuché only you por primera vez en el 2004, 6 años después de su salida como el último sencillo del segundo álbum y de la banda en general hasta el video que acabas de ver. el video no lo vi hasta este año, y lo amé, pero odié el mundo al darme cuenta que fue plagiado en otro de una chiquilla mexicana de esas que ganan millones como superestrellas adolescentes y luego se casan quince veces con tipos cada vez peores. a menos que vivas en una cueva, te lo debes haber cruzado.