Desde que salió hace unos días, muchos críticos se están ensuciando los pantalones por el nuevo largo de Bon Iver (otros no). A mí, que lo he escuchado un par de veces, me está gustando cada vez más, pero dudo que llegue a emocionarme tanto como el primero. Se cual sea el mejor de los discos, el proyecto de Justin Vernon se merece el hype y la notoriedad, de todas formas.
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